Construir y vivir un sueño

Una de las experiencias más gratificantes es observar el progreso de tus propias creaciones. Cada paso brinda suficiente energía para continuar. El resultado final es una explosión de dopamina que te impulsa a buscar el siguiente desafío

Gonzalo Sandoval

6/3/20244 min read

Muchos trabajamos arduamente para alcanzar nuestros sueños, a menudo descuidando nuestra salud física y mental. Con el tiempo, logramos nuestras metas, lo cual es gratificante, pero también notamos que nuestros hijos crecieron muy rápido. Cumplimos un sueño, pero no pudimos vivirlo junto a nuestros seres queridos.

Escribo este artículo pensando en que hay muchas personas que tienen un sueño. Creo que leer esto les puede ayudar con su propio proyecto y tener algunas referencias de lo que significa un proyecto tan hermoso como este.

Construir nuestra cabaña en el sur de Chile, ha sido un sueño hecho realidad para mi familia. Este proyecto está a 15 kilómetros de Loncoche, donde no había señal de teléfono, luz, ni agua potable, pero sí una hermosa vertiente natural de la cual podíamos obtener agua.

Desde el principio, sabíamos que este sería un desafío, especialmente debido al clima impredecible del sur de Chile, donde la lluvia puede aparecer sin previo aviso y durar días enteros. A pesar de estos retos, nos lanzamos a la aventura con mi cuñado Francisco, un ingeniero en construcción. Fuimos equipados con un furgón camperizado que contaba con panel solar, un generador, todas las herramientas necesarias y un baño previamente construido en la parcela, lo que nos permitió tener algunas comodidades básicas en aquel lugar aislado.

La elección de este lugar no fue al azar. Junto a mi familia habíamos soñado durante mucho tiempo con tener una parcela en el sur. Tras visitar muchas, encontramos esta parcela perfecta con bosque nativo, un espacio abierto y una vertiente. Era el lugar ideal que habíamos imaginado para nuestro refugio.

Trabajamos arduamente durante más de un mes, sin días libres, con el objetivo de terminar antes de que comenzaran las lluvias. Sin embargo, a los pocos días de llegar a construir, el sur nos mostró que no le importaban las predicciones del clima y aunque se pronosticara sol, la lluvia no esperaba a nadie. Mientras trabajaba aislado y sin parar durante varios días, recordaba mis turnos 7x7 y lo agotado que estaba el día 7; en esta ocasión fue como un solo turno de 40 días y solo sentí el cansancio al terminar. Hubo un momento crítico en que estábamos techando la cabaña y llovió sin parar durante más de una semana. Para proteger nuestro trabajo, cubrimos todo con nylon y seguimos trabajando bajo esta cubierta improvisada.

Personalmente, este proyecto fue una forma de reconectar con mis raíces en la construcción, algo que aprendí de mi padre, un constructor meticuloso y apasionado. Cuando trabajaba con él, me decía: "si no lo vas a hacer bien, mejor no lo hagas". No era un reto, sino una enseñanza de vida. Él es de las personas que pueden desarmar una pared completa y volverla a hacer si quedó mal hecha. Es uno de los jefes más respetables que he tenido en mi vida laboral y quien me enseñó mucho de lo que hoy se. Para él, una construcción era como una obra de arte que quedaría con su firma para toda la vida. Aunque él no pudo acompañarme debido a su salud, sus enseñanzas y consejos fueron fundamentales en este proyecto. Francisco y yo, provenientes de familias con tradición en la construcción, logramos llevar adelante el proyecto con nuestras propias manos. Una gran ventaja que brindaba tranquilidad a mi familia, ya que hoy en día la construcción tiene costos muy elevados tanto en materiales como en mano de obra, y no nos podíamos dar el lujo de que el resultado final quedara mal.

Una de las experiencias más gratificantes es observar el progreso de tus propias creaciones. Cada paso brinda suficiente energía para continuar. El resultado final es una explosión de dopamina que te impulsa a buscar el siguiente desafío, y a pesar de haber comenzado con dudas sobre mi estado físico y mental, luego de decidir renunciar a la empresa, trabajar en la construcción resultó ser una terapia. El esfuerzo físico no solo no me afectó, sino que me hizo sentir mejor y más fuerte con el paso del tiempo. Sentía como había más claridad y nuevas ideas para el futuro.

La experiencia de vivir en el furgón camperizado, rodeados de naturaleza y sin la contaminación lumínica de la ciudad, fue mágica. Las noches eran especialmente hermosas, con un cielo estrellado que nuevamente me recordaban el norte y mis turnos 7x7, esta vez acompañado solo por los sonidos de los chunchos, la vertiente, los árboles y otros animales de ese mágico lugar. Esa conexión con el entorno natural fue uno de los mayores regalos de este proyecto.

Reitero, la construcción en Chile puede ser costosa y llena de incertidumbres, especialmente para aquellos que no tienen experiencia en el área. Afortunadamente, nuestra experiencia nos permitió sortear muchos de estos obstáculos, buscando materiales más económicos y confiables en mercados como Marketplace y aprovechando la disponibilidad de madera más barata en el sur en comparación con Santiago.

Antes de concluir este artículo, te soltaré un feroz anuncio que no podrás saltar. Lo escribo riéndome. Actualmente, mi padre, aunque ya no puede trabajar físicamente en la construcción, ofrece sus servicios de asesoría y visitas técnicas, cobrando por ellas. Esto es especialmente valioso en un país como Chile, donde es difícil encontrar buenos constructores y muchos pueden dejar trabajos inconclusos o esconder su poca prolijidad detrás de las terminaciones. Asimismo, Francisco, mi cuñado, quien también tiene su propio emprendimiento @dcuentos.construcciones, está abierto a participar en proyectos de construcción, aportando su experiencia en el área. ¡Fin del anuncio!

Por mi parte, espero con ansias la temporada con menos lluvia para seguir con la siguiente etapa. Actualmente trabajo en mis propios proyectos, estoy con un curso de AI engineer, tengo tiempo de estar con mi familia, e incluso estoy en una orquesta de cuerdas con mi hija. En el futuro, quiero entrar a otra empresa para poner en práctica todo lo que pueda aprender por este tiempo de emprendimiento y reflexión. No estoy 100% seguro si volveré a construir otra casa desde cero, pero sí estoy seguro de que este proyecto me ayudó a recuperar mi salud mental.

Si llegaron hasta aquí me gustaría tener vuestro feedback y espero de verdad que puedan vivir sus sueños, disfrutarlos junto a sus seres queridos, y no solamente cumplir una meta.